Almería, la despensa de Europa y la huerta del mundo
El cultivo de la tierra ha sido la forma de vida de prácticamente
toda la provincia. En el siglo pasado fueron muchas las comarcas que
vivieron épocas de bonanza económica gracias
al parral, el olivo, los almendros o el cereal.
Hoy día, las tierras del interior se han reconvertido adaptándose a
nuevas formas de cultivo, como la agricultura ecológica o cambiando los
frutos secos por las viñas. En otras zonas, las tierras han sido
adquiridas o repobladas por la Junta de Andalucía para dotar de
vegetación a una provincia que erróneamente se conoce como árida.


La producción agrícola intensiva de la provincia se ubica en toda la franja del litoral mediterráneo almeriense,
desde Adra y hasta Pulpí, limitando con las provincias de
Granada y Murcia,
respectivamente. Este territorio es comúnmente dividido en dos zonas:
Poniente y Levante. La comarca de Poniente, antes conocida como "
Campo de Dalías", alberga la mayor superficie de invernaderos. Esta zona está formada por los municipios de
Adra, Dalías, Berja, El Ejido, La Mojonera, Vícar y Roquetas de Mar.
En el otro extremo de la provincia, encontramos la comarca de Levante,
en donde la actividad agrícola se ha incrementado en los últimos años,
siendo los municipios de
Níjar y Almería los que desarrollan el cultivo bajo plástico. En su conjunto, el litoral almeriense agrupa a más de
25.000 hectáreas de invernaderos.

Respecto al volumen de actividad agrícola,
El Ejido es el municipio con mayor superficie de invernaderos, aproximadamente
doce mil hectáreas,
que se reparten en su gran territorio. En el año 2003, la población de
esta localidad ascendía a más de 62.000 habitantes. Este
crecimiento demográfico se
ha venido incrementado en los últimos veinte años, ya que este pueblo
ha sido lugar de acogida de miles de inmigrantes, procedentes de las
comarcas limítrofes, del resto de España, Norte de África y de los
países europeos. El crecimiento de población ha sido reforzado por el
aumento económico. El Ejido alberga la mayor parte de las delegaciones
de las
multinacionales de insumos agrícolas,
empresas comercializadoras y
servicios para la agricultura.

Otra localidad representativa del Poniente almeriense es
Roquetas de Mar, con cerca de
dos mil hectáreas de invernaderos. En la comarca de Levante, destaca
Níjar, y una zona conocida como "
La Vega de Almería".
Los agricultores de este territorio han sabido aprovechar una
circunstancia negativa como es la mala calidad del agua, que presentan
unas concentraciones elevadas de sal. Este hecho se ha convertido en una
virtud, puesto que los
mejores cultivos de tomate se realizan en
esta área. Una característica de superficie agrícola limítrofe con la
provincia de Murcia es el cultivo de vegetales de hoja, como la lechuga y
el brócoli.

A
pesar del gran volumen de producción agrícola intensiva que se
concentra en el litoral almeriense, en los pueblos del interior se están
implantando sistemas productivos acordes con el en torno. En el
Valle del Andarax,
y más concretamente en Laujar de Andarax está resurgiendo la actividad
agrícola gracias al cultivo de viñas destinadas a la producción de vino.
A este municipio le han seguido otros como
Padules, Lúcar (en el Alto Almanzora) o Tabernas. Asimismo, la producción de aceite está cobrando vida en las comarcas del
Andarax, Tabernas, Filabres y Almanzora. A estas producciones se le suman otras iniciativas para poner en marcha cultivos alternativos como el espárrago.
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