Intermediarios y Mayoristas en frutas y hortalizas
INTERMEDIARIOS
-la existencia de un
intermediario
reduce de manera
radical el número de contactos necesario. Los ahorros en el número de transacciones permiten abordar los costes de funcionamiento del intermediario
-Las
zonas de consumo, por lo general aglomeraciones urbanas, no coinciden con
los lugares de producción, por lo que es necesario situar
puntos de venta próximos a los lugares de consumo. Esta labor de
aproximación y de garantía del suministro exige un conjunto de intermediarios especializados en transporte y
almacenamiento de los productos, -los distintos intermediarios configuran su
surtido en amplitud y profundidad, de acuerdo
con los requerimientos de sus compradores.
MAYORISTAS
-El comerciante mayorista realiza las siguientes tareas
necesarias:
– Selección
de abastecimientos: elección de los posibles suministradores
y
negociación de las condiciones de compra y entrega.
–
Consolidar un surtido que sea atractivo para sus clientes minoristas.
–
Transporte desde origen hasta los almacenes del mayorista.
–
Almacenamiento temporal de los stocks hasta que el producto
se entregue
al comprador minorista.
– Añadir
valor al producto mediante su presentación, marca, envasado
y
transformación.
–
Financiación del periodo de tiempo que media entre el pago al
productor y
el cobro del minorista.
– Búsqueda
de compradores: acciones comerciales dirigidas a los
colectivos
de minoristas y de hostelería, restauración y colectividades.
– Servicios
ofrecidos a los compradores como son la recepción de
pedidos por
medios no presenciales, envíos a domicilio, gestión
de
devoluciones y reclamaciones, recogida de envases vacíos,
etcétera.
Algunas de
estas tareas van dirigidas hacia los productores proveedores,
mientras
que otras tienen como destinatarios los compradores
minoristas.
Todas estas
tareas suponen unos costes que han de ser cubiertos
mediante el
margen bruto, es decir la diferencia entre el precio de
venta y el
de coste. El margen bruto debe también hacer frente a los
riesgos
derivados de la actividad: riesgo comercial o de no venta de
los
productos, las mermas y deterioro de los propios productos, riesgo
financiero
o de insolvencia de los compradores, etc.
El
mayorista puede desarrollar un conjunto de estrategias:
– Crecimiento para ganar tamaño y acceder a
las reducciones de
costes unitarios
derivados de las economías de escala. Esta estrategia
se puede desarrollar
tanto mediante crecimiento interno
o mediante
adquisiciones y fusiones de otros mayoristas. Es
importante destacar
cómo es reducido el número de mayoristas
españoles de
alimentación fresca que opera en más de un mercado.
– Integración vertical
en la cadena de valor. Se trata de realizar tareas
propias de los
mayoristas o de los minoristas. En este sentido,
los acuerdos de
aprovisionamiento o la adquisición de empresas
productoras son un
ejemplo de integración vertical hacia
el origen. También se
pueden plantear acciones hacia el consumidor
como son el desarrollo
de establecimientos o cadenas minoristas
bien sean en propiedad
o franquiciadas.
– Especialización:
consiste en adquirir una preferencia de los compradores
minoristas para determinados
productos. Esta especialización
permite una demanda más
rígida y en consecuencia
mayores márgenes.
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