La Gran distribución europea vende
los RECHAZOS de frutas y verduras
Fue la cadena británica Tesco la que rompía con los
protocolos de calidad marcados por la Union Europea, informando de la intención
de vender hortalizas deformes pero aptas para el consumo, recordemos que en
Almeria esas hortalizas no se suelen pagar y se supone que son destruidas,
Tesco conocía que se enfrentaba a una norma comunitaria que emanaba de Bruselas.
Con la excusa de las zanahorias y patatas se escondía una estrategia de
marketing donde involucraban a pepinos, tomates, pimientos, berenjenas,
calabacines, etc….
Tesco crea tendencia y detrás de estos llegan nuevas cadenas
con apuestas de negocio similares, la suiza Coop, la británica Sainsbury o la
alemana Rewe, reacciona algo más tarde Edeka.
Las cadenas no esconden que el principal atractivo de este
modelo de negocio es el precio, ya que la calidad, la seguridad alimentaria y
el sabor queda en el último plano.
Estas hortalizas suelen ser vendidas un 60% más barato que
los convencionales, pero siempre mantienen unos márgenes comerciales similares al convencional, ya que las compras
a proveedores se realizan a precios muy bajos.
Las cadenas inglesas y alemanas cuentan con ventaja con respecto
principalmente a las francesas, pero estas últimas cuentan con otro modelo de
negocio diferente, que es el de maquillar las promociones, con ejemplos como “todo
a 1€”.
Me gustaría destacar que estas hortalizas casi nunca se le liquidan
a los socios de las cooperativas proveedoras de esos supermercados.
Autor: Francisco Javier Gonzalez Alonso
Fuente: F&H
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